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Poniendo a prueba mitos sobre el jabón artesanal (serie)


por Yahira Tiare


 

Mito:


nombre masculino

  1. Historia fabulosa de tradición oral que explica, por medio de la narración, las acciones de seres que encarnan de forma simbólica fuerzas de la naturaleza, aspectos de la condición humana, etc.; se aplica especialmente a la que narra las acciones de los dioses o héroes de la Antigüedad. "Los mitos de Grecia"

  2. Historia imaginaria que altera las verdaderas cualidades de una persona o de una cosa y les da más valor del que tienen en realidad. "aquella promesa de éxito era solo un mito"



El campo de la cosmética artesanal-natural no se libera de este mal. Viene lleno de promesas que no se pueden probar, preferencias de instructores pasadas como métodos y reglas, suplidores de materia queriendo hacer dinero de una forma deshonesta y blogs pagados por compañías multi-nivel con datos falsos para generar más ganancias.


En la era del internet y el acceso fácil a información debemos ser cuidadosos con el contenido que consumimos y el que decidimos poner en práctica. En esta profesión (o hobby para muchos) podemos poner en riesgo la salud de muchas personas, mal informar y hasta terminar en pleitos legales por no buscar más allá y confiar ciegamente "en lo que me dijeron en el taller".


En mis más de 8 años sumergida en esta profesión me he encontrado con muchísima información pasada a estudiantes sin base ni fundamentos. Me he encontrado con personas que dicen que X o Y aditivo es superior a todo lo de más pero no te proveen las herramientas para probarlo. He recibido consultas donde estudiantes me envían sus recetas (de talleres tomados en el pasado $$) con la lista de problemas que están teniendo donde su mentor les dice "si no tienes X aceite cámbialo por Y y listo". Sin tomar en consideración que cada aceite tiene un propósito y un valor de saponificación diferente. He tropezado con suplidores que a las malas quieren convencerte de que necesitas este ingrediente para formular tu producto pero no saben explicarte por qué o para qué ni mucho menos cómo funciona, afecta o mejora tu producto.


Estas personas se inventan sus propios datos o te ofrecen sus preferencias como reglas obligatorias que tu debes seguir. Lo hacen para ganar dinero, para venderte lo que ellos ofrecen, por conveniencia. Esta información es pasada de persona a persona, todas sin preguntar más, verificarla ni ponerla en duda.


Una de las cosas que más disfruto de mi trabajo es hacer preguntas, investigar, hacer experimentos y poner a prueba esta información cuando llega a mi. Soy fiel creyente de ofrecer información completa al consumidor y estudiantes por igual.


Parte de mi proceso es consultar con expertos en el tema. He tenido la dicha y el privilegio de poder dialogar y entrevistar a químicos, esteticistas, biólogos y físicos sobre el tema de la formulación de jabones artesanales saponificados y las regulaciones de etiqueta y mercadeo. He dedicado estos últimos 3 años a estudiar los diferentes procesos como la etapa de curación, reacciones entre aditivos, aporte de los ácidos grasos en una fórmula y los diferentes métodos de saponificación.


Para mi un mito son las preferencias de personas que se pasan como información "válida" sin pruebas, sin base y sin fundamentos. ¿Cómo llego a esta conclusión? Esta es la parte divertida de mi trabajo.


Mito 1: "Los jabones saponificados en calor (hot process) están listos al día siguiente y no necesitan tiempo de curación"


Los jabones saponificados, hechos mediante cualquiera de sus procesos ya sea en frío o calor, están "listos" al día siguiente o luego de unas horas. Este es el tiempo que le toma a los aceites y el hidróxido de sodio (lejía) en convertirse en jabón o llevar a cabo la saponificación. "Listo" no significa que ya la barra de jabón completó todas sus etapas o procesos. En este caso si es seguro para la piel luego de unas horas PERO todavía se beneficia de la etapa de curación. Durante la etapa de curación las barras evaporan el exceso de agua o líquido, para el que ya no tienen uso y pasan por un proceso de acidificación.


Los jabones poseen una estructura cristalina en su interior, *quiero que pienses en ella como una pared de bloques en construcción. El agua/líquido que se utiliza en la receta es solo para activar el hidróxido de sodio (lejía ) y ayudarlo a convertir los ácidos grasos en jabón. Luego de este proceso no tiene más usos y ocupa espacio.


Ahora, en la estructura cristalina del jabón se desarrollan y refuerzan sus propiedades como: rendimiento, burbujas, cremosidad y limpieza. Este líquido extra ocupa espacio e impide que se pueda completar la pared de bloques. Las moléculas de jabón se mueven poco a poco hasta encontrarse y unirse unas a otras, el agua lo impide. Necesitamos dejar que el agua extra se evapore del jabón y las moléculas (bloques) puedan moverse, unirse y reforzar la pared.


Pero, esto no es todo. La etapa curación va más allá de la evaporación de agua. No importa cuan perfecta sea tu receta, siempre queda un poco de lejía libre *lejía que no saponificó grasas. Según el agua sube y se evapora, arrastra estas moléculas de lejía hasta el tope del jabón donde reaccionan con el oxígeno y se neutralizan. Un proceso que también se conoce como acidificación. Este proceso beneficia grandemente a las barras de jabón porque las vuelve más gentiles y suaves para la piel.


Un jabón "fresco" tendrá menor rendimiento porque no ha tenido el tiempo para evaporar el exceso de líquido, no ha podido reforzar ni desarrollar su estructura cristalina (burbujas, cremosidad, rendimiento) y puede irritar la piel al no haber tenido la oportunidad de neutralizar la lejía sobrante del proceso de saponificación. En otras palabras es un jabón más alcalino y con exceso de agua para la que no tiene otro propósito más que acabar más rápido en cada uso.


Como te mencioné al principio de este blog, me gusta brindar información que SI puedes confirmar y probar por ti mismo/a. Aquí te dejo un experimento simple que puedes hacer desde casa y poner a prueba esta información.


Experimento de curación:

  • Crea un lote de jabón saponificado (con el método de tu preferencia) de *1* libra.

  • Corta tu jabón al día siguiente.

  • Marca o identifica una, o más, barras.

  • Corta la/s barras en *3* pedazos iguales o lo más parecidos posible. Identifica cada pedazo con un número.

  • Lápiz y papel, anota la fecha en la que confeccionaste el jabón, día en que vas a comenzar el experimento, número asignado a cada pedazo de jabón y el peso de cada uno de ellos.

  • Crea una tabla para tomar notas de cada uno de los pedazos a probar.

 

  • Pedazo #1: jabón fresco, sin curar

Úsalo y describe cómo se siente en tu piel, cómo es su textura, cantidad de burbujas, cremosidad, cómo deja la ducha después de usarlo y cuánto tiempo dura en uso.


*Repite este proceso con cada pedazo de jabón por 5 semanas consecutivas. Anota el peso inicial de cada uno vs el peso en la semana correspondiente a la prueba. Compara la cantidad de peso perdido con sus propiedades y comportamiento en la ducha.

  • Pedazo #2: jabón curado por *1* semana

  • Pedazo #3: jabón curado por *2* semanas

  • Pedazo #4: jabón curado por *3* semanas

  • Pedazo #5: jabón curado por *4* semanas

  • Pedazo #6: jabón curado por *5* semanas


Esto es lo que desarrollo junto a mis colegas y estudiantes. Esto es lo que trabajamos en el Colectivo Educativo-Artesanal y de esta forma nos gusta poner a prueba la información que recibimos y compartimos con ustedes. Pendiente a nuestro blog para poner a prueba otros mitos sobre el jabón artesanal.


Gracias por leerme, déjame saber en los comentarios qué tal te fue con el experimento, qué otros mitos has escuchado o leído sobre el jabón artesanal y qué te gustaría aprender con nosotros.



Referencias:

  • Ashley Green:


  • Entrevista de YT. SOAP CO. a Ashley Green:


  • Kevin Dunn:


  • Estructura cristalina en jabones:


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